21.4.08
prohibido jugar, by ecos urbanos


Este finde fuimos toda la banda a Cuerna, para ver "Prohibido jugar", la coreo de Pau. Bailaron con ella Sheila, Karina y el Mils. Estuvo la música de Daniel y el video de David. Estaba la ciudad latiendo en sus esquinas kiosko, torres y glorieta. Yo estaba nerviosa en la primera función, pero para la segunda ya había perdido toda objetivididad y me entregué a mi faceta tipo "la prima que llora en todas las bodas". Es siempre curioso vernos reaccionar frente a la danza contemporánea. Aletz se despera, Chofs se emociona, Pats analiza, yo me embobo. Los cuerpos amigos se nos distancián, allá, arriba en el escenario. Flotaba la misma emoción de cuando se titula un amigo: el orgullo de los ciclos que se cierran es el de las batallas ganadas. Pero acá de escolar no había nada, no estaba el tufo del examen ni el escozor del compromiso, acá sólo quedó el movimiento, el ritmo, las ganas. Y la gracia. Porque hay gracia en la manera en que sonríe Sheila a medio salto, en la suavidad con que Karina se desdobla, en el compás que marca muy arriba, muy cerca de su cabeza, la pierna de Pau y en la fuerza con la que Emiliano se avienta y se cacha; hay cierta belleza en el modo en que los cuatro se entregan. Y hay cierta valentía en poner el cuerpo en la línea, con la confianza en los pies y los significados abiertos. Y esa valentía, esa entrega, ese resignificarse a cuerpo abierto, yo los admiro profundamente.

 
dijo Laia Jufresa en punto de las 11:05 ¤