todo iba muy bien hasta que mi padre se voló una uña con el ventilador. nada demasiado grave: al día siguiente proseguimos viaje al cenote azul, el más grande, dicen, de quintana roo. profundísimo: con decir que a los 40 mts le empiezan sus filtraciones con la laguna... es un cenote abierto, de agua transparente, invitadora y deliciosa.
así que estaba yo por echarme el primer chapuzón cuando pisé un escalón lleno de lama -resbalosísimo- y tras unos dudosos titubeos acabé azotando en definitiva y como en cámara lenta. caí sobre el codo izquierdo, que se dio contra el escalón de cemento. lo que se dice: "un accidente". un accidente pendejo, para ser precisos. pendejísimo.
por suerte al menos mi prima tania salió ilesa del paseo y por suerte traía su cámara. claro que, al final, las fotos del paraíso acabaron más bien así: