12.11.07
desdeventana
A cierta hora todo mi tráfico está en pugna. Reposo. No conozco más método que lo estático. Soy la vía pública. Todo el que me transita paga tarifa: me disimulan. Son los maniquíes. Son ellos la vitrina. Yo soy el bloque. Soy de piezas tan dispares que va mejor fundirlas. (Que se me recuerde en una foto aérea -en un borrón- como a un yunque.) Tengo corcholatas incrustadas en la espina y un millón de colillas me adolecen sin anecdotario. Tengo el musgo repentino del adoquín y la flor me florece en los rincones más insospechados. Tengo faroles y grietas, gatos muertos, monedas caídas de la suerte. Cuando los panfletos me tocan, las causas mueren. O se re-editan. O se arrepienten. No tengo prisa. La prisa de los otros me transcurre. Sin comprenderla, la envidio a ratos. Miento. Yo soy reposo, raspo sólo al que tropieza, al que se quiebra. Yo soy la calle, la llaga abierta.
 
dijo Laia Jufresa en punto de las 23:01 ¤