Tengo problemas con los recibos, los contratos, las facturas y los prediales. Con los bancos y las colas en los bancos. Tengo problemas con la ausencia de racionalidad y el exceso de mediocridad. Tengo problemas heredados y problemas neófitos. Mis problemas son burgueses y cíclicos y pintos y variados. Tengo problemas de postura y de piel grasa. Tengo el problema éste, de ir por la vida problematizándolo todo. Cada año, además, reviso más de 300 problemas para el calendario matemático. Tengo problemas alimenticios, problemas ficticios y problemas que seguramente ya tenían los fenicios. Tengo problemas de adicción, de atención y de inhibición. Tengo problemas con lo que rima. Tengo inconfesables problemas de memoria y olvidados problemas que quizá ni hubiesen sido problemáticos. La disciplina no es problema porque no se la manejo. En cambio, es un problema decir problema muchas veces seguidas: problema problema poblema problea ¿lo ven? Los problemas son un problema. Los puebla esa mezcla de pobreza, proezas, soberbia y protecta. "Protecta" no existe. Los neologismos no son ningún problema. Los silogismos no resuelven todos los problemas. Los abismos sólo son problema si das un paso de más. Los sismos sí que son un problema. Es un grave problema mi ya-tan-diagnosticada depresión y mis inoportunos ataques de risa son un simpático problema. Hoy mi psi me dijo: "qué bueno que te inscribiste al gimnasio, así podremos analizar cómo te lo saboteas" (me quedé de a seis y entonces prosiguió así:) "no, bueno, lo formulé mal, me refiero a que será bueno poder analizar tu sabotaje en vivo y en directo..." (me quedé de a seis y entonces prosiguió así:) "bueno, se nos acabó el tiempo". Ni pedo: tengo problemas con el tiempo y problemas de tiempo atrás.