11.7.06
migajas de scheveningen
En este mundo hay pocos ruidos tan molestos como el de mi timbre. ¿Quién? Soy el cartero, traigo un paquete para Lara. Soy yo, voy. (Con los años he aprendido a adjudicarme por igual Lailas, Leas, Ilanas, Laras, Lalas y hasta Claras). Bajo en pantunflas.

Me cae bien mi cartero aunque me hace sentir culpable porque es tarde por la mañana, entre semana y yo aún dormía mientras él ya lleva quién sabe cuántas horas repartiendo paquetes. Pero nos sonreímos. Es un tipo joven y greñudo y cada vez que lo veo conjuro que ése definitivamente no es el prototipo de cartero. En fin, pienso que me cae bien, le doy las gracias, le cierro la puerta en las narices.

El sobre es blanco, de esos acolchonados. Reconozco al instante la letra. Lo abro en la escalera y antes de entrar en casa ya he sacado la postal y el libro.

La postal trae cuatro fotos de Scheveningen y un letrero amarillo al tope que pone “Scheveningen”. La mayor muestra el faro rojo, of course. Por detrás Mafalda ha escrito más de las tres palabras reglamentarias. De hecho las cuento: son 12 y me sorprendo. Extraigo el libro.

La cocina tradicional portuguesa y sus postres
Rosa Maria Cunha y Maria Helena Raposo.
Edición Española.
Órale.
Qué loco.

Me pregunto si la Maf habrá ido a visitar a su familia a Lisboa o se habrá encontrado el librito en La Haya, o si por alguna razón está en España. La cosa con Mafalda es que nunca sabes dónde estará. Me voy enterando por las postales, que no son comunicativas pero siempre son locales. Mi favorita data de hace dos veranos: unos caballos montados por diminutos jinetes recorren una gran extensión de pasto y un letrero en caligrafía negra pone “Mongolia”. Atrás sólo: “Mafalda”.

Hojeo el libro.
Algunas cosas se ven apetitosas, otras sólo suenan muy chistoso.
Cuando llego a “SÁBALO (O ALOSA) FRITO CON GACHAS DE SÁBALO” pienso que dio más o menos lo mismo que me consiguiera una edición en español. Es lunes y estoy enojada con la novela porque Eusebio se me escapa, escapa, escapa… Me hago un té. Me obsesiono con el libro: es color vino y se ve gastado. ¿Es viejo?
¿De dónde salió? No de Scheveningen, ¿o sí?

Trato de recordar Scheveningen.

Cada vez que he ido a Holanda he terminado por ir a pasar al menos un atardecer a esa playa obligada. He ido en plan turístico, en plan romántico y en plan evasivo; en verano y en otoño, he ido en coche y en tramway, en los cafés del mar he bebido cervezas, vinos y, ahora que lo pienso, hasta una vez un chocolate caliente en el cual flotaban una especie de bomboncitos.

De repente se me ocurre que realmente “conozco” Scheveningen.

Pero la verdad lo recuerdo mal, apenas el faro, el casino, ciertas tonalidades de arena, conservo en algún sitio una colección de conchitas que representaban a los pintores holandeses. Había la conchita Vermeer (más iluminada a la izquierda que a la derecha), la Rembrandt (negra con manchas amarillas), la Van Eyck, joder, qué pinche clavada, supongo que datan de la tarde en que Yildune y yo fumamos hash bajo el faro hasta bien entrada la noche.

El hecho es que recuerdo mal Scheveningen y que nunca me metí a nadar. La vez que más “calor” sentí sólo me atreví a quitarme los zapatos. El resto de las veces ni siquiera me quité el suéter y jamás dejará de sorprenderme que ciertos holandeses osen sumergirse en aquellas aguas gélidas.
Resuelvo que no, mi recetario de "Tripas ou Dobrada" y "Caldeiradas" no puede provenir de allí.
¿Qué tal de España?
Husmeo.
No.. Edición 100% portuguesa, SAGE, Rua do Vale Formoso, 37, 1900, Lisboa, algún día iré a Portugal, ¿por qué se llama"cocina tradicional portuguesa Y sus postres"? ¿qué los postres no son parte de la cocina tradicional?
Voy a la sección.
Me fascino con los nombres: Sueños, Mimos, Tocinillo del Cielo.
Bolinhos de Areia, Bolinhos de Amor, Bolinhos de Mel (los títulos vienen también en portugués y me gusta el detalle porque jamás imaginarías que el “Pastel Saboyano al estilo Portugués” se llama en realidad “Pao de Ló”…)
Pastel de Nueces con Huevos Moles (?),
Farófias,
Pudim Molotoff,
Pudding da Madrinha Teresa…

Sobre las diferencias entre “Molotoff” y “Madre Teresa”, podría especular.
En cambio, sobre por qué –ambos en portugués- uno es Pudim y el otro es Pudding, no tengo la menor idea.

El recetario incluye una pequeña introducción:

Nuestro principal objetivo al recoger y divulgar las recetas culinarias de este libro es el de compartir, de manera simple y abierta, la cocina tradicional del pueblo portugués tal y como nosotros/as la practicamos, de forma auténtica, en nuestras casas, en nuestras aldeas, a la hora de comer, del norte al sur de Portugal.
Este libro no es, pues, más que un testimonio de nuestra propia cultura, y nosotras, las mujeres portuguesas, queremos compartir nuestro amor por los productos naturales y no industrializados con las mujeres y hombres del mundo entero.
Creyendo muy sinceramente que ésta es la mejor manera de conseguirlo,
¡Os deseamos buena suerte de todo corazón!

Lo de la suerte se agradece. Lo de los productos no industrializados me hará beber un vaso de agua antes de volver a la cocalight. Lo del os/as me da curiosidad. Lo de “las mujeres portuguesas” lo explica. Lo de creer sinceramente haber encontrado la manera de compartir lo que sea vía un libro sólo me da envidia.

Tal como hago con los libros de cuentos, busco la receta más corta. Termino eligiendo las “galletas de arena” en honor a las tardes en Scheveningen y a mis pies en sus aguas.

Y porque así son mis recuerdos:
se disparan con cartas,
se conservan por migajas.

BOLINHOS DE AREIA

100 gr. de azúcar
200 gr. de mantequilla
300 gr. de harina
canela, azúcar granulada

Trabajar el azúcar y la mantequilla con la punta de los dedos e incorporar la harina. Amasar bien la pasta y hacer pequeñas bolas.
Colocarlas en un molde lo suficientemente amplio como para evitar que se peguen unas a otras cuando aumenten de volumen.
Hornear a fuego intenso.
Acabada la cocción y mientras están aún calientes, hacerlas rodar sobre una mezcla de azúcar y canela.

(Si alguien leyó hasta aquí y, como yo, jamás cocinará bolinhos de nada
al menos
hay que admitir
que hacer rodar lo-que-fuera en azúcar y canela
suena harto apetitoso.)
 
dijo Laia Jufresa en punto de las 01:13 ¤