17.7.06
julio en oax
oaxaca adolece sus detritus, sus lluvias, sus pintas, su exceso de libros y su falta de diálogos.

lo mismo que yo.

quizás era sólo yo, o quizás oaxaca está cansada: se le han incrementado las ojeras y tiene las piernas flacas. a chito y alicia, dos de mis oaxaqueños favoritos, se les ve agotados. el taller gira sobre su eje, la banda no crece y el grupo no cuaja. nuestros textos van del zapoteco a la polilla, de la clonación al café a la venganza y probablemente sea sólo mi apatía pero no hicimos literatura este fin de semana. ya estoy por no creer en la belleza cuando encuentro a emiliano y arturo bailando en la calenda.

pynch nos lleva a un concierto de jazz y lo escuchamos como entre sueños, en una biblioteca con nombre de sopa y un patio amplísimo cuyas paredes apenas disimulan las ambulancias y los cláxones....

a esta ciudad se le confunden los demonios y las musas,
la gracia y el hartazgo.

oaxaca, digan lo que digan, es mundo aparte. demasiado complejo para mi entraña irascible y mi silencio resignado y mi tristeza simplona. en la calle se mezclan la guelaguezta y su retórica, el magisterio y sus subgrupos y sus golpes incendiarios, la virgen del carmen, el video del desalojo, los fuegos artificiales que se disparan desde altos sombreros y en el zócalo una mesa con una cartulina que pone: “taller de fabricación de máscaras anti gas. material: botellas de plástico de 2 lts”. al verlo se me ocurre que en el iago, para futuras conferencias podríamos poner uno así: "taller de fabricación de novelistas. material: escribir a diario" álvaro y yo tenemos miedo de jamás lograrlo: "asumirse como escritor y escribir tooodos los días", dice elmer. estoy tan pero tan cansada del mismo consejo, que he decidido intentarlo.

este fin de semana, más que nunca, mis flacas certezas oscilan entre la de entender demasiado y la de no entender un carajo.
 
dijo Laia Jufresa en punto de las 13:47 ¤